domingo, 7 de abril de 2013

Sobreviviendo al día a día

A ver cómo resumo.

Creo que hemos mejorado. Ha habido cambios en las últimas dos semanas. Hemos decidido que Leo se vaya con los abuelos lunes, miércoles y viernes de 10:30 a 14 h. Por las tardes, los martes y jueves, los otros abuelos le llevan a una pequeteca (él va desde hace mucho, pero antes le llevaba yo, hasta que mi embarazo me impidió tirarme por el suelo con él) y vienen a recogerlo antes para estar con él. En total de 17 a 20 h.

Esto nos da fuerzas, aire, podemos tomar carrerilla. Además yo puedo estar dedicándome a Nora con más calma.

Eso sí, a pesar de este nuevo horario... ¡no tengo tiempo de nada! Nora me reclama, reclama mis brazos, mi teta... y a mí me encanta, pero no puedo escribir en el blog. Eso es algo para lo que necesito tiempo y las dos manos.

Paralelamente a esto, he empezado a reducir tomas de teta (a Leo, se entiende). No podía más, no puedo negarme a mí misma que la agitación del amamantamiento que sentía en mi embarazo no ha desaparecido del todo. Además, Leo aumentó su demanda tanto que yo empezaba a estar muy agobiada. Y no es momento para esto. Así que la teta se ha reducido a después de la siesta, antes de irse a la cama por la noche, y en los despertares. Sorprendentemente no lo lleva demasiado mal, o eso quiero creer. Hubo unos pocos berrinches pero enseguida lo asumió. Aunque creo que se está cobrando esas tomas por las noches; se despiera más y pide mucha teta. Nuestras noches se merecen un post aparte, pero eso de “en mi cama somos 4” no se cumple... Más bien sería un “en mi cama me acuesto con unos y me despierto con otros”.

Ya veremos si realmente Leo lo está llevando bien. Claramente las noches tienen que evolucionar, porque útimamente acabamos enfadados él y yo a las tantas de la madrugada. Además noto que me afectan mucho los despertares, algo que nunca me había pasado (y llevo casi dos años y medio de despertares nocturnos). Me cabreo y creo que es porque ya no me apetece tanto darle teta a Leo, siento que es el momento de Nora aunque sé que es posible darles a los dos (de hecho es lo que hago). Mi niño debe estar notando esto, bastante bien se lo toma.

Por otro lado, y aunque sigue con sus increíbles rabietas (otro post pendiente), no le veo mal. Está rebelde, está “gamberro” y un poco malote, pero también se ríe, se divierte, es el de siempre. Además yo puedo dedicarme bastante a él, a veces el padre se queda un rato con Nora y yo me voy con Leo a la calle, o jugamos en casa... Nora lo pone fácil porque es muy tranquila y aguanta ratitos en la hamaca.

Cuando nosotros estamos bien él está bien. Si estamos mal, cansados, hastiados... él empeora y nos lo pone más difícil.

Y yo... yo soy feliz de ver a mi pequeña tan sonriente, haciendo tantos gorgoritos, tan plácida ella y tan bonita. Y soy feliz de ver a Leo reir, con su risa y con sus ojos. De verle con ganas de jugar con nosotros, de oírle hablar y descubrir a los otros niños.

Pero también estoy pasando un momento muy duro. Para nosotros, como padres, está siendo difícil, cada uno está pasando su puerperio particular, supongo. En mi caso, me siento bastante sola, sola en mis ideas sobre la crianza; empiezo a tener dudas sobre cosas que antes ni me planteaba. Siento decepción, nostalgia de un tiempo mejor. Siento lejanía, siento que estoy rodeada de un muro. Supongo que son sentimientos comunes, aunque no compartidos. Estamos tan centrados en lo que nos está pasando, en Leo y en resolver nuestro día a día, que no podemos ser nada más, no podemos hacer nada más... No hay nada más, excepto desencuentros, que es peor.

Esto nos hará más fuertes, lo sé. Y también nos cambiará. Yo siento más que nunca desde que nació Leo que he cambiado, que sigo cambiando.

Nunca imaginé que esta etapa sería tan dura, estos “terribles dos” de Leo nos están dejando sin nervios, sin paciencia y sin ideas. Sé que mi niño es muy especial y quiero creer que lo que le pasa es normal, aunque no muy habitual, pero a veces las fuerzas flaquean. Y hay temas como la teta y la guardería, por ejemplo, que empiezan a retumbar en mi cabeza como nunca antes, y hoy por hoy no tengo ningún cómplice, mi cómplice particular está intentando también sobrevivir al día a día sin caer en el hoyo y quizá está llegando a conclusiones diferentes a las mías.

Pero a pesar de todo le adoro, a mi cómplice, a mi amor. Porque me hace ver las cosas de otro modo, y porque simplemente estoy loca por él... aunque ahora no tenga tiempo de demostrárselo. Pero ya viviremos nuestra segunda adolescencia. ;-)

Hoy quiero poneros una foto de mi niño en la calle, feliz. He pasado un rato estupendo con él, y como ese rato hay muchos, muchísimos, y eso lo compensa todo.

Otro día una de Nora. :-)

Feliz maternidad. 


7 comentarios:

  1. Claro que esto os hara mas fuertes, y como tu dices esto hace que vayais cambiando, aprendiendo, adaptandoos.
    Nosotros tambien hemos o mejor dicho estamos pasando una racha un poco dificil. Nahia parece que esta sacando todo su caracter para hacerse notar, y es que mi hijo pequeño ya no es tan bebe y los dos luchan por mi atencion! ;))
    Nunca habia tenido unas rabietas como en estos dias, ademas se pasa el dia lloriqueando como un bebe, quejandose, llorando, enfadada,...
    Pero todo pasara, yo ahora estoy deseando que markel se suelte a andar el solo y empiecen a interactuar mas entre ellos.
    Besoss

    ResponderEliminar
  2. Supongo que cada época tiene sus dificultades. Pero yo también estoy deseando que mis hijos interactúen entre ellos... Sobretodo por Leo, para que empiece a ver lo bueno de tener una hermanita.

    Ánimo con esas rabietas, aiss las rabietas...

    Un besazo para ti y otro para tu niña.

    ResponderEliminar
  3. Sé le ve feliz:)) Nosotros estamos a unos meses de llegar a los dos añitos. Ya veremos que tal se nos da. Te veo fuerte a pesar de las dificultades. Un beso fuerte!

    ResponderEliminar
  4. Supongo que hay que buscar un equilibrio en el que los dos estéis bien. Mucho ánimo!!! :)

    ResponderEliminar
  5. Gracias a las dos. :-) Somos fuertes... no nos queda otra! Este pequeño terremoto que tenemos por hijo no deja que nos despistemos, jeje.

    ResponderEliminar
  6. Hola preciosa!
    Me alegro de que tengas esa ayudilla para tener más tiempo para dedicárselo a Nora. Este tiempo es duro pero pasa, luego cuando interaccionan vienen otras cosas, pero es diferente.
    Mucho ánimo, es normal que cuando no puedes más te plantees ciertos temas.
    Un besazo enorme!

    ResponderEliminar
  7. hola bichi, qué bien tener tanta ayuda de los abuelos. Criar a un hijo es difícil y es lo ideal, que la familia ayude para que tú te puedas dedicar más a la pequeña y si se puede, descansar.
    Leo está guapísimo. Supongo que dudar es lo normal, yo me paso el día dudando, apenas he leído nada y se me olvidan las cosas. Y las rabietas son muy duras y si se repiten continuamente hay que ser muy fuerte!
    un beso enorme preciosa.

    ResponderEliminar