domingo, 14 de julio de 2013

Agitación del amamantamiento

Hace tiempo que os contaba que había tenido que reducir tomas con Leo (aquí, concretamente). Hace de esto ya más de tres meses y hemos mejorado mucho. 

Leo pasó los primeros días pidiéndome teta a todas horas pero asumió pronto que yo no le iba a dar nada más que después de la siesta, antes de ir a dormir y en los despertares. Lo que sucedió es que los despertares nocturnos empezaron a aumentar. Pedía teta, mucha teta por las noches, cuando habíamos llegado a un punto en el que a veces incluso sólo pedía agua, o nada, sólo que permaneciéramos a su lado hasta que se durmiera de nuevo. Pero entre la llegada de Nora y las restricciones tetiles... se desmadró.

El problema es que yo seguía sin poder con ello. Las dos tomas diurnas las llevaba bien, pero las nocturnas... ¡Uf! Ahí tuve que asumir que tenía una pedazo de agitación del amamantamiento que no me la creía ni yo. Lo que pensaba que desaparecería después de parir estaba empeorando, si cabe...

He pasado noches de morder la almohada para no... para no... yo qué sé, pero tenía que morderla con todas mis fuerzas. He quitado a Leo de la teta muchas veces, con su consiguiente cabreo, he contado hasta 10 y posteriormente hasta 5 porque a 10 no llegaba... Y a base de decirle que mamá no podía, que le dolía, que las tetas estaban malitas por al noche, que tenían que descansar, que sólo un traguito y ya... A base de negársela en algunos momentos (al pincipio por las mañanas, antes de levantarse, luego en tomas más centrales de la noche)... mi niño asumió que esto es lo que había... y poco a poco dejó de pedir. Él, el más adicto del mundo a su teta, el que la ha necesitado cada noche de su vida unas cuantas veces para conciliar el sueño... Qué campeón. Y menos mal, porque yo no podía seguir con eso.

Ahora hace ya semanas que no la pide. Se sigue despertando (siempre he sabido que sus despertares no eran por la teta) y me reclama a mí, pero lo asumo. Además últimamente sólo lo hace para venirse a nuestra cama. El papi se va a la suya porque todos juntos no estamos cómodos, principalmente Leo no está cómodo, esto lo tuvimos que asumir nosotros y comprobamos que así había muchos menos despertares. 

Así que tenemos un único despertar (y quizá dos o tres gruñidos en los que le susurro "ya está cariño, a dormir") y nada de teta. 

Las dos tomas diurnas rara vez se las salta. La de antes de dormir nunca, la de después de comer (porque ya nuca duerme siesta) sólo cuando no está (si se queda a comer con los abuelos) y un par de veces que se le ha olvidado pedir. 

Hemos llegado a esta situación después de mucha angustia por mi parte, me ha costado mucho asumir que le tenía que negarle la teta a Leo. Pero la agitación me estaba transformando; aún a veces, en la toma de la noche, me da un poco y tengo que decirle a Leo que voy a contar hasta 5. Sobretodo cuando mama "sin ganas" o cuando la teta está más vacía.

Además, a veces me clava los dientes de arriba en la base del pezón. No es que me pegue un mordisco, es que los apoya con mucha fuerza al mamar y me hace mucho daño, me deja marcas. No entiendo por qué lo hace, pero sé que no es a propósito porque se lo digo e intenta corregir la postura, pero no puede. Y además sólo pasa a veces.

Me encanta seguir dándole teta a Leo, a pesar de todas estas dificultades. Sé que para él es importante, positivo, es algo que nos une, es algo nuestro, forma parte de nuestra relación... Me gusta. También sé que esto quizá sea el principio del fin. Un fin que aún está lejos pero que empiezo a vislumbrar ya. Hay una pequeña espinita, no me gusta tener que ceñirme a estos horarios, a esta restricción, pero sé que darle carta blanca o siquiera un poco de manga ancha es tener muchas papeletas para volver a la situación anterior a ésta, y eso no me lo puedo permitir.

Os dejo unos enlaces sobre el tema, a mí me ayudó mucho leerlos en su momento. 



3 comentarios:

  1. Me alegra leerte y me suena mucho esto que cuentas. No conocía el término pero me identifico con ciertos momentos. Yo lo asociaba más a los días previos a la regla, y el hecho de que al estar trabajando la lactancia se ha visto afectada. Un beso fuerte.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Hola! Pues es que por lo visto el ciclo menstrual afecta, lo leí en alguno de los enlaces... Espero que no sea muy fuerte esa agitación. Un beso!

      Eliminar
    2. Y por cierto... yo también me alegro mucho de leerte!!! Te escribí en tu post de despedida pero no se publicaba! :-(

      Eliminar