viernes, 31 de julio de 2015

Cosas que hacemos este verano

Las vacaciones y el verano son lo mejor del año. Siempre lo han sido para mí. Este año las olas de calor están intentando a toda costa hacerme cambiar de opinión, pero el verano, con 40 grados o con 30, tiene muchas cosas especiales y maravillosas: tiene más luz, tiene menos rutinas. Tiene tiempo, aunque a veces con niños no sepas cómo llenarlo en las horas de más calor. Tiene olor, a crema solar. Tiene brisa nocturna que alimenta (¡o tenía!) y cañitas en las terrazas. Tiene playa y menos obligaciones. Tiene vestidos de tirantes y helados.

Y hay más tiempo para hacer cosas con los niños, y aunque vean muchos dibujos (muchos, sí...) sigue sobrando tiempo. Y están las mañanas, las tardes y las noches enteritas, de cada día... Sí, tenemos mucha suerte de poder disfrutar de todo este tiempo juntos, de poder vivir sin prisas.

Este verano, con tanto calor, vamos mucho a la piscina, casi todos los días. Y disfrutan chapoteando y flotando en el agua. Leo está empezando a nadar, con cinturón de corcho, y está emocionado. Se le da muy bien. Salta desde el bordillo una y otra vez y cuando sale por fin se pone su poncho y se acurruca unos minutos en nuestra toalla. ¡Y se lanza también sin cinturón! Mientras tanto, Nora flota, gira, da grititos, juega en el agua...


Hemos ido al río y han tirado piedras, un super pasatiempo para cualquier niño. Y hemos visitado un castillo que a Leo le encantó. Es genial cuando compruebas que se conforman con tan poco.


Hemos estado en el pueblo, con eso estrenamos el verano, y han ido a dar de comer a las gallinas, y se han traído huevos. Hemos ido al campo y Leo ha jugado con los perros y los gatos y han dado un paseo con un palo en la mano :-). Leo ayuda también al abuelo a regar el huerto y las plantas, le gusta mucho.


Hemos ido al Aquópolis y Leo ha disfrutado muchísimo tirándose por los toboganes y en los chorros de agua con sus amiguitos. Y también ha visto un par de conciertos de rock cerca de casa y ha vencido su miedo a los sonidos fuertes hasta acabar en la primera fila. Estaba concentradísimo escuchando y observando. Mientras, Nora correteaba de un lado a otro (y yo detrás de ella, por supuesto, donde va ella tiene que ir mamá, jaja).


La música es protagonista este verano. A Leo le gusta tocar la batería y toca con dos palos y la tapa de una caja de cartón. ¡Lo vive! Se estrenó con un tambor que le hicimos su padre y yo con un bote de Nesquik y una cuerda en la fiesta de fin de curso. Nora le imita y se montan los dos unos conciertos con baile incluído que son para grabarlos. Además, su padre ha rescatado un viejo Casio y se lo lleva a todas partes, y toca sobre los diferentes ritmos y cambia los sonidos y lo maneja que da gusto. Y lo mejor es que tocan juntos padre e hijo, cada uno con su teclado. "Ahora tú la batería y yo la guitarra". :-) ¡Y se está aprendiendo canciones!

 Nora ya construye torres sui generis con el lego. Y Leo últimamente hace la Puerta de Alcalá. ;-)

Cantan mucho. Y se pelean mucho. Y se quieren mucho.

Seguimos jugando mucho al parchís durante la siesta de Nora.

Hemos jugado también con las emociones del Monstruo de Colores y tenemos los botes hechos en la estantería, incluído el que hizo Nora, una mezcla a la que Leo bautizó "colores". Leemos bastante ese cuento. Seguimos necesitando todos mucho verde. :-)


Les he hecho últimamente algunos juguetes, un armario para los cacharritos que Leo me ayudó a pintar con témpera, unos puzzles con palos de polo y fotos, un memory... Ya os los enseñaré.

Hemos ido al teleférico y a merendar al Templo de Debod. Un buen plan para pasar la tarde o incluso el día entero. En la estación de Casa de Campo hay un restaurante con terraza-mirador, y por supuesto la propia casa de campo. En el Templo de Debod sombra, columpios, agua, vistas preciosas...


Juegan juntos, normalmente haciendo el bruto, pero se divierten mucho. Les gusta tirarse por el suelo, revolcarse, correr, imitarse, hacer el payaso a la par.


Hace 5 días llevé a Leo al pueblo con los abuelos. Esta vez para quedarse él solo, 15 días. El verano pasado lo hicimos por primera vez y fue bien. Este año lo estaba deseando. Se lo está pasando en grande, no para. Eso sí, se acuerda mucho de Nora. Hoy miraba una foto de ella en el móvil de la abuela y decía: "qué guapa es... ¡es que la quiero mucho!". Y curiosamente, yo le estoy echando más de menos que el año pasado. Aquí nos hemos quedado solos los papis con Nora, pero por poco tiempo porque en un par de días yo me voy una semana solita a la playa con amigas. Me he lanzado y no sé si serán demasiados días para Nora, pero confío en que esté preparada. Se queda con su papá y con la ayuda de los abuelos. ¡Qué suerte tenemos con los abuelos, con los cuatro!

A la vuelta tocarán vacaciones familiares, los cuatro juntitos a la playa. Otra cosa que Leo está deseando ansiosamente. ¡Qué ganas de verles disfrutar en el mar!



Os lo contaré todo a la vuelta. ¡Felices vacaciones!

3 comentarios:

  1. Hola. se nota que estais disfrutando del verano y todo lo bueno que traen las vacaciones Disfrutar mucho de las jornadas que os esperan en la playa. Feliz mes de agosto

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  2. menudo verano, y eso que aûn està a medias!

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  3. Leí esta entrada desde el móvil y no pude comentarla.
    Espero que te hayas relajado en tus vacaciones con amigas y que hayáis disfrutado mucho en las vacaciones familiares. ¡Un verano completo el tuyo!
    Besitos

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